agosto 22, 2010

Polvo bajo la alfombra

Disimular por muchos años una enfermedad que jamás existió, eludir médicos, familiares, y en la soledad llorar en silencio, cuando el abandono se abandonó a si mismo, cuando la confianza que jamás existió se perdió entre las habitaciones, la ceguera se convirtió en algo más grande que el padecimiento, los cimientos rotos dejaron de soportar y sucumbieron ante el arido aullido del viento.
¿Algo mejor?¿apirar a qué?, llamame demente, pero la cordura, NO ha existido JAMÁS.

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