abril 08, 2011

Lluvia ácida

El comienzo del olvido a plena luz del día hizo caer a las gárgolas que custodiaban el castillo un día de tormenta, sin oponer resistencia volaron hasta las arenas movedizas de los engranajes oxidados, allí permanecen hasta hoy, lamentando el peor de los pecados, el del conocimiento.

1 comentario:

  1. Diantres, ayer si que tenías inspiración, ¿no?

    Bueno, francamente no entiendo el por qué ese título,
    pero últimamente no estoy entendiendo mucho de nada.
    Mi cabeza está en otra parte, muy, muy lejos de aquí.

    Pero, bueno, qué se le va a hacer (?)

    Es muy grato poder leerte, en serio.
    El mundo necesita más personas como tú,
    este mundo necesita muchos más grandes escritores.....

    Sigue con lo tuyo, querid@, que lo haces a la perfección.

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