noviembre 01, 2012


Convulsionó de nuevo mientras la respiración se le agitaba, y su cabello lleno de nudos no hacía otra cosa mas que enredarse cada vez más entre sus dedos.

Despertó agitado, encontrándose con la boca abierta y su garganta fragmentada de tanto gritar.

Giró, agitó su cabeza, se retorció, jaló su ropa y quedó desnudo de nuevo frente al mundo, quieto, tenso, atento. 

Se movía insistente intentando huir de su jaula por medio de trance, cambios de vestuario, golpes desenfrenados que cortaban el aire. 

Olvidó lo sucedido, desenredó su cabello y se fue a trabajar como si nada hubiese sucedido.

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