octubre 12, 2010

Truenos para el publico desorientado

Desde el balcón, apacible, permanecía la silueta de un joven, su cabello parecía hablarle al viento y sus ojos....contenían el mundo en un parpadeo.

El cielo parecía observar con magnificencia los derruidos edificios mientras la vertiginosa mescla de colores daban indicios de que todo era parte de un sueño, quitandole importancia al tiempo y lugar. Sólo se conseguía distinguir la luz cegadora e intermitente de un relámpago, el agradable sonido de un trueno y el rugir de las olas al fin del mundo.

De cualquier modo, no intentes recordarlo, no conseguirás más que alejar el recuerdo grabado a fuego en tu memoria.

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