
El cielo parecía observar con magnificencia los derruidos edificios mientras la vertiginosa mescla de colores daban indicios de que todo era parte de un sueño, quitandole importancia al tiempo y lugar. Sólo se conseguía distinguir la luz cegadora e intermitente de un relámpago, el agradable sonido de un trueno y el rugir de las olas al fin del mundo.
De cualquier modo, no intentes recordarlo, no conseguirás más que alejar el recuerdo grabado a fuego en tu memoria.
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